sábado, 9 de agosto de 2008

Genocidio de amor...


Lentamente cae la sangre convertida en lágrimas,
una y otra vez liquidando el alma,
deteniendo las ganas,
callando efímeramente las palabras…

Banal instinto de separar tu sentir de mi palpitar,
insano homicidio de sueños,
de instantes, de gestos,
ideologías comprimidas a la nada,
exigentes sin fundamento y sin discurso discreto,
intrascendentes suicidas sin vocación,
asesinos de esencias victoriosas,
asesinos de aires respirados,
malditos asesinos de lo sagrado…

Trilladores de utopías realizables,
bastardas criaturas bañadas en devoción,
inseguros con desgracia segura,
reservados libertinos sexuales,
retraídos con apariencia de normales,
dictadores infaltables…
pero ninguno con capacidad de aniquilarme,
ninguno de ellos con fuerza suficiente para sujetarme al infierno y sus afanes…

5 comentarios:

!!!j0n@тн4nK0®3!!!™☠HxC☠ dijo...

bueno que puedo decir...me dejas sin palabras , mas después de releer tu escrito entiendo que el sentimiento indescriptible al que los seres humanos llamamos "amor" puede despertar en nosotros tantas sensaciones de alergia como de tristeza , pero en fin de cuentas te mueres por una persona o quieres matarla para que desaparezca de tu vida. ..simplemente excepcional.

Rup Daitsch dijo...

Ha, pequeña... me dejaste con ganas de salir del mundo y desde algun otro planeta aventar piedras a la tierra... qué sé yo...

Hay mucha furia dentro de los huesos, lo más frustrante es saber que es cuasado a veces por una sola persona... en fin.

Besos mujer

Cristal Violeta dijo...

UN grito a esta sociedad, Intentar amordazarnos, pero no nos pueden callar no matar.
Me encanta!!
Besos tamy

dAdAniMu dijo...

Amen y juas!!! Amen es lo que quiero decir... mongo, que nunca le amarren la poesía, las ganas de soñar, el deseo... nunca... porque este mundo es una carcel de hipocresías... nunca deje que la encajen en un molde, porque gente como usted no puede desaparecer por las eventualidades de este puto mundo... la quiero mucho mongo, este poema me baleó el alma!

Skelter dijo...

Yo he sido todo eso, y creo que puedo serlo de nuevo.
Y lo peor de todo es la inconsciencia con la que obramos, sin pensar en el daño al otro.
Cuantas veces me lamento por haber matado lo más bello que se me dio nunca.
¿Aprenderé algún día?

Es bueno que me recuerden el daño colateral del movimiento por impulsos.

Besos y gracias.