miércoles, 16 de junio de 2010

... Ciao mi cielo...


Hace vidas, cuando mi vida era tuya y tu vida la mía,
me reía de la muerte, del destino, del dolor y de mi infancia,
pensaba ganadas todas las batallas, sin saber que esta sería la más
desgastante, aterrorizante y homicida.

Te esperé todas las noches y mientras te lo escribo
mis ojos se cristalizan cargados de banalidades que no entiendo,
de verdad pensé que moriría a tu lado, de tu lado, de mi lado,
del lado en el que no existían padecimientos ni desganos.

Te esperé sabes, nunca he dejado de esperarte,
aun sabiendo que estabas a mi lado, aguardé por ti,
hoy más que nunca me instalo en la esquina de mis decepciones
intentando divisar tu posible despertar.

No sé si lo entiendes, pero te estoy hablando en pasado,
yo no sé nada del futuro, pero mi actualidad es tan seca,
antes te explicaba mi sentir, ahora sencillamente no siento,
ahora puedo decirte muchas veces cuanto te amo,
pero no tengo nada que decir si me preguntaras cuanto te amaré
entre tanta ausencia y multitud.

No me llores, sigo viva,
no me llores, nunca,
tuviste múltiples oportunidades de sujetarme
y sólo me exponías para que las noches
me atropellaran entre soledad,
no me llores, déjame llorar por ti,
yo puedo cargar de nuevo el sufrimiento de dos.

Hoy me quedo sola, injustamente sola,
nadie llenará tus espacios ni tus risas,
nadie será igual que tú, nadie será
el amor de mi vida, ya nadie,
porque me voy sola, deseando irme contigo.


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viernes, 4 de junio de 2010

A Bene...


Se dice que detrás de los andamios,
siempre hay alguien pidiendo la tregua,
alguien que se instala entre romances reales y de papel,
alguien que se oculta tras las soledades de babel.
Se dice que tras el rostro de vos se ocultan mil melancolías,
desencuentros, vientres inoportunos
y ángeles de la guarda cargados de fatiga.

A mi me preocupan poco los amores modernos,
entre ustedes y nosotros hay mucha dicha acumulada,
pero también muchos tramites, herencias de por medio
y patrañas mal formuladas.

Yo no sé absolutamente nada del amor,
siempre me toma por sorpresa, con la misma persona,
a deshoras, pero siempre a tiempo,
la misma persona que me mostró que la mejor táctica es la espera
y la mejor estrategia el amor sencillo y sin recetas.

De que me sirve darle canciones a quien no canta,
si a la mañana siguiente va a huir por la ventana de la ignorancia,
de que me sirve, repito, vivir a ras de sueño,
si cada vez que lo confieso soy simplemente una ladrona de momentos.

Una madrugada cualquiera, la primavera con una esquina rota,
me ataco por la espalda, impidiendo que declamara a los mortales
tu palabra y mi palabra, fue allí cuando te pedí marchar,
cuando entendí que debíamos emprender el viaje de salida,
mas no me dejaste, me obligaste a escribirte mi vida.

Hoy me encuentro aquí, con mis instantes de oficina,
llorándome por dentro mis ilusas emociones,
que para ti son grandes, pero para las gentes... tú entiendes.
No estuve contigo en el Salón de los Pasos Perdidos,
pero estoy contigo en vida y eternidad,
estoy contigo entre almuerzo y dudas,
entre la muerte y otras sorpresas
y que cierren las puertas, que me cierren el alma,
porque hoy quiero estar sola, completamente sola,
con mi rostro de vos, que nunca mira a otra parte,
que siempre observa fijamente mis despistes y mis franquezas,
mi otra yo y aquel parque desierto en el que siempre logro hallarte
y sonreírte, con y sin nostalgia.
Pero contigo, haciéndome siempre preguntas al azar,
afirmándome que existir todavía para mí
sigue siendo una necesidad, pero por hoy permíteme
que te acompaño a descansar.
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