martes, 17 de septiembre de 2013

Ron doble, por favor.


"Funny you're the broken one but I'm the only one who needed saving"


A veces me pedías que escribiera, mi negativa solamente apuntaba a que contigo se me iban las palabras, la insatisfacción completa.

Mirarte dormida en las mañanas y de espalda me dejaba en deuda con la magnificencia, pero pensé que no era necesario decírtelo reiteradas veces, te juro que creí suficiente la caricia matutina y el cansancio post remanso.

Casi nunca tenía respuestas verbales, pero cómo no cambiar el gesto si te parabas de puntillas para abrazarme, pero cómo no sonreír si te paseabas por mi rostro con las yemas de tus dedos para acariciarme, cómo no querer una noche adicional si tu risa ronca me volvía loca y me hacía desear cada desvelo, cada uno de esos instantes en los que analizábamos nuestros propios movimientos.

Solamente nos estorbaba la ropa y el reloj, nos bastaba con unas cuantas risas y una conversación extensa, hablando en susurros para que no nos escucharan las gentes indiscretas, bajo una manta alumbrada por la noche y la complicidad arrabalera. Bajo la sobrecama todo sabía mejor, incluyendo nuestro intempestivo amor.

El día se nos iba a bocanadas y yo no cambiaba tu cintura arremangada por nada, el domingo pasó de ser un suicida irracional a ser celestial, necesario, infalible. Las madrugadas eran más que madrugadas y tú eras real, casi sublime.

Yo nunca supe decirte que no me cambiaba por nadie, que mi sonrisa era irremplazable y que aunque no tenía certeza absoluta de nuestro norte había aprendido a calentarte la sangre.

Casi siempre pedía ron doble para sentir que al final de la noche podría hablarte y decirte que de verdad, no me cambiaba por nadie, ahora pido ron doble solamente para encontrar el easy way y a veces igualarte. 

Yo te quería hasta en el peor de tus días, hasta en esos instantes en los que todo era una completa mierda y no quedaba más que comprender que nos habíamos condenado a querernos más de la cuenta. 

Yo te quería en todo momento, incluyendo la intransigencia de tus decisiones, por lo cual podría decir, que aún te quiero. Por lo cual podría decir que tengo algo entre garganta y pecho que lleva tu nombre, que lleva mi silencio, que lleva esta melancolía de sentirte lejos. 

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