miércoles, 23 de septiembre de 2015

Hemicraneal


"It looks ugly, but it's clean."

Voy a abrir la puerta despacio, hay demasiado miedo aquí adentro como para que yo, que te quiero tanto, me vista de coraza y juegue con todos esos fantasmillas que dejó tu infancia.

Voy a servir dos tragos, te quitaré esos zapatos altos y masajearé tus pies. No ha pasado un día en el que no desee que me hagás eso que me hacías en la rodilla, estirar tus dedos de biombo hasta generar cosquillas.

Voy a sacar los libros, voy a decir mis críticas y esperaré las tuyas, siempre más estructuradas que las mías. Me convertiré en la intelectual que siempre has querido que sea, me convertiré por un instante en un beso sabor a cigarrillo, en un amanecer, en una risa y en el trampolín que te recibe al final de nuestro propio precipicio.

Voy a ser yo, con mi tos de domingo y mi mirada sin alivio. Me ducharé media hora antes de que llegués. Apagaré la luz, pero si me asusto, la encendés. Me quebraré, pero si lloro demasiado, decíme por primera vez que todo va a estar bien.

Voy a citar a un par de nuestros escritores favoritos ya que no soy muy buena para hablar, te haré un bocadillo y te lo serviré con un beso en la frente. Te recordaré que nos conocimos en sitio equivocado y te llevaré a cualquier biblioteca para presentarme como lo que soy, o al menos, como lo que quiero ser.

Te diré que me soñé con vos y que no fueron pesadillas. También te diré que quería decirte algo pero que lo olvidé, sin embargo, me tomaré el trago aceleradamente y cuando me levante a servir otro, exclamaré que te extrañé.

Voy a mostrarte que ahora le pongo fecha y hora a todo lo que escribo, estornudaré y me quejaré diciéndote que este clima me tiene enferma, que en Maui nos iría bien. Presumiré diciéndote que manejo mi internet banking a como me lo pediste una y otra vez.

Te dejaré una nota con una metáfora estrepitosa, te abrazaré en mayúsculas, me pondré tu camisa favorita y si llueve, caminaremos bajo la lluvia. Con la luna no te ofrezco nada porque como vos y yo, apenas está empezando a crecer.

Y nos serviré otro trago, hasta que la sonrisa vuelva, hasta que la pena no nos invada la piel. Hasta que la guardia quede en el suelo y pueda decirte en voz baja, que este tiempo sin vos no me ha hecho tanto bien y te pediré que matemos al osito de peluche de Taiwán porque con o sin dulce de leche, no te quiero lejos, nunca más, meine schatz. 

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