"It looks ugly, but it's clean."
Voy a abrir la puerta despacio, hay demasiado miedo aquí
adentro como para que yo, que te quiero tanto, me vista de coraza y juegue con
todos esos fantasmillas que dejó tu infancia.
Voy a servir dos tragos, te quitaré esos zapatos altos y masajearé
tus pies. No ha pasado un día en el que no desee que me hagás eso que me hacías
en la rodilla, estirar tus dedos de biombo hasta generar cosquillas.
Voy a sacar los libros, voy a decir mis críticas y esperaré
las tuyas, siempre más estructuradas que las mías. Me convertiré en la
intelectual que siempre has querido que sea, me convertiré por un instante en
un beso sabor a cigarrillo, en un amanecer, en una risa y en el trampolín que
te recibe al final de nuestro propio precipicio.
Voy a ser yo, con mi tos de domingo y mi mirada sin alivio. Me
ducharé media hora antes de que llegués. Apagaré la luz, pero si me asusto, la
encendés. Me quebraré, pero si lloro demasiado, decíme por primera vez que todo
va a estar bien.
Voy a citar a un par de nuestros escritores favoritos ya que
no soy muy buena para hablar, te haré un bocadillo y te lo serviré con un beso
en la frente. Te recordaré que nos conocimos en sitio equivocado y te llevaré a
cualquier biblioteca para presentarme como lo que soy, o al menos, como lo que
quiero ser.
Te diré que me soñé con vos y que no fueron pesadillas. También
te diré que quería decirte algo pero que lo olvidé, sin embargo, me tomaré el
trago aceleradamente y cuando me levante a servir otro, exclamaré que te
extrañé.
Voy a mostrarte que ahora le pongo fecha y hora a todo lo
que escribo, estornudaré y me quejaré diciéndote que este clima me tiene enferma,
que en Maui nos iría bien. Presumiré diciéndote que manejo mi internet banking a como me lo pediste
una y otra vez.
Te dejaré una nota con una metáfora estrepitosa, te abrazaré
en mayúsculas, me pondré tu camisa favorita y si llueve, caminaremos bajo la
lluvia. Con la luna no te ofrezco nada porque como vos y yo, apenas está
empezando a crecer.
Y nos serviré otro trago, hasta que la sonrisa vuelva, hasta
que la pena no nos invada la piel. Hasta que la guardia quede en el suelo y
pueda decirte en voz baja, que este tiempo sin vos no me ha hecho tanto bien y te pediré que
matemos al osito de peluche de Taiwán porque con o sin dulce de leche, no te
quiero lejos, nunca más, meine schatz.
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