sábado, 14 de agosto de 2010

On Fire


"Y como ángel al cielo, me llevaste a casa (...)Y mientras tú desnudabas tu cuerpo, iba yo desnudando mi alma. Tú dejando tu ropa en el suelo, yo mis ansias al pie de la cama y de pronto apagaste mi voz, con un beso de fuego en mis labios"... Luis Ángel – 24 horas.

Deseo sujetarme a tu espalda, en plena madrugada,
mientras mis ganas se inician en tus labios,
mientras tu respiración empaña los ventanales y las horas amargas.

Deseo que te aferres a mi pecho, abusando del reloj,
destrozando con tus huellas las confusiones avaras,
impregnándote en mi alma con fuego,
agua, tierra, aire, conmigo dentro de ti.

Deseo que vistas tu piel de pasión,
que te perfumes con un veneno letal,
porque quiero morir en ti, en mi, en nuestro instante,
porque quiero que me lleves al amanecer,
mientras transformo tu madrugada,
mientras arraso con la totalidad de tu ser.

Deseo que tus creencias no se basen en amor eterno,
porque añoro rescatarte entre mis piernas,
que me atrapes con tus caderas sabor destino,
un destino ya escrito.

Deseo culminar en ti, que tiembles por fin dentro,
muy dentro y fuera de ese cielo constelado,
que te arrebata la razón entre los bordes de mi estrechez,
con tus humedades satisfechas,
con tu acento pronunciándome las más fuertes sentencias
y que mis caminos recorridos sean solo eso,
caminos indiscretos preparados para colocar sobre
tu vientre la más exquisita condena,
la mejor de tus faenas.

.
.

Fotografia: Carolina Jiménez.

lunes, 9 de agosto de 2010

Issue...


“La madrugada me atrapa. Todo poeta sabe que cuando un romance es intenso, tiende a ser efímero, pero de igual forma se deja destruir, porque el candor es fundamental, para que surjan letras, para que surja la desdicha, la incertidumbre y la supuesta paz”…


La madrugada se parece mucho a ti, o a lo que creo que eres, tiene tus piernas, tu acento, tu risa, tus nervios, tu energía, tus pruebas superadas, tus miedos, tu descansar, la madrugada es mi issue, tú también lo eres… ya te lo dije, te permití ser madrugada y revertirlo no está bien.

La lista de pecados capitales ha aumentado a diez y que no se nos pase apuntarlo esta vez, que no se te pase incluir en tu lista de adjetivos todos aquellos que te hacen bien, que te hacen sentir, que te obligan a volver, porque la seguridad de esta edad se transportó entre años y te hizo estremecer. Te hizo comprender que un poco de todo un poco le da un buen sabor al amanecer.

Al caer la noche sé que vas a aparecer, con esos instantes titánicos a los que no he aprendido a responder, con esos malabares que sabes mantener, con tus dichosos tricks de inicios de los ochenta que funcionan bien, con ese imán entrañable que desconocías, con mis frases no recomendables que recuerdas sin saber por qué, con las futuras veintidós vueltas al planeta que he degustado con tanto placer y buscas entender, con tus emociones al por mayor y ese olor inalcanzable a coco, verbena y atardecer.

Fotografía: Carolina Jiménez.
.