
Una noche de copas,
una vida rota,
un blues desesperado
y un recuerdo que le regresaba al pasado…
Vendía su alma,
vendía sus prendas,
se entregaba a la cinematografía insana (tremenda),
era ella, una puta barata…
mil miradas desconocidas la penetraban,
mil manos sudadas la sujetaban,
miles…
Y nada la alimentaba…
nada la sanaba.
tantas lenguas, tantos labios,
tantas lubricaciones que la obligaban a pasar el rato.
tanto todo, tanto nada,
apaguen las cámaras,
que se ponga la ropa,
en la ventanilla pagan…
otro wisky, otro cigarrillo…
aquí no existe el olvido,
aquí solo habita un despiadado vacío…
una cinta, una actuación sin guión…
aquí la puta barata soy yo
y que se acabe la función!...
Ellen Tamara Durán Wong…