lunes, 19 de enero de 2009

Mujer, mujer...


Te busqué entre espacios infrahumanos que atormentan,
te encontré y tu ausencia es prácticamente igual a tu presencia,
mujer de labios irresistibles e insensatos,
mujer de adversidades, de aventuras y desacatos.

Me aproximé en una noche de multitud,
con tu belleza y tu sensualidad,
sabiendo incluso que un paso podría envenenar
desde el alma hasta la dichosa integridad,
mujer de danzas delicadamente estudiadas,
diosa de un espacio terrenal y de ensueño,
mujer de instantes y de labios remojados en silencio.

Mujer de todo y de nada,
de efímeros amores,
de sinceridades abruptas,
mujer, mujer… mujer.

4 comentarios:

Skelter dijo...

La mujer es el hogar, la trinchera, el hoyo escarbado en la madre tierra.

Es el norte en mi brújula, la que altera mi campo magnético y me arrastra por caminos de barro...

Es mi estrella de la mañana, que me guía a puertos de oro.

Mi refugio.

Mi celda.

Mi hastío y mi esperanza.

DEARmente dijo...

Buen poema.

Saludos.

Ofelia Waltz dijo...

Las mujeres sin sinceridades abruptas, han de ser muy mujer, mujer, mujer...al menos eso creo yo.

Saludos Tamara. Es bueno leerte otra vez, y otra vez

Melcocha dijo...

la mujer es la fuerza y razón de cada una de las sonrisas de los hombres, que somos niños en sus brazos al nacer..y lo volvemos a ser al crecer!!