domingo, 28 de febrero de 2010

Arrebatos del destino


Sabes, ayer tuve uno de esos sueños; uno de esos en los que tú observas más allá, uno de esos en los que yo me dispongo a dibujarnos las sonrisas que nos ha robado la supervivencia, la atrocidad; y la cobardía que nos ha otorgado los espacios vacíos.
La mayoría del tiempo no entiendo porque me hieres, porque te ahuyento; la mayoría del tiempo nos ganan las horas y los padecimientos; la mayoría del tiempo amor, nos gana el tiempo a destiempo.
Intento salvarme de ti, y yo muy en el fondo sé que intentas salvarnos, no estoy muy segura de que, pero según tú, salvarnos.
Te extraño, extraño desesperadamente tus manos, los espacios, la eternidad, la verdad, la inocencia, la vida, te extraño… Te extraño.
Los sueños se me acumulan entre los brazos, la guillotina del desencanto me decapita esta madrugada y tu ausencia es tan cruda, tan despiadada.

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